Sólo con el título ya me he ganado unos cuantos enemigos. Pero lo siento, es verdad.
Por fin llegó la ansiada "Batman vs. Superman". Como buena friki que soy me fui al cine a verla en versión original vestida como Wonder Woman y con la compañía de mi propio héroe kriptoniano. Creedme, pasar dos horas y media con dificultades para respirar por culpa del dichoso corsé y que no se te hagan largas dice mucho a favor de una película.